El primer día después del AUDII, nuestra directora vino a buscarnos al hotel y nos llevó a ver el colegio.
Por fuera ya sabíamos cómo era, pues lo habíamos visto en Google Earth, pero al entrar, nos pareció mucho más grande de lo que nos esperábamos. Los pasillos son anchos y muy largos, cada curso tiene 5 aulas enormes y todas se se comunican en un hall muy grande con el resto de clases de cada nivel.
Nada más llegar, la que sería la compañera de clase de Laura, Amy, salió a recibirnos con una enorme sonrisa y nos presentó a su marido. Su entusiasmo nos tranquilizó bastante, ya que estábamos super nerviosos, especialmente Laura, aunque cuando nos llevaron a la que sería la clase en la que Laura iba a trabajar, se nos cayó el alma a los pies: estaba totalmente desordenada, no tenía nada de decoración, en lugar de mesas tenía pupitres cada uno de un tamaño diferente, había muebles por todas partes, y las paredes eran de un color amarronado que entristecía la espaciosa clase. Amy debió leer el pensamiento de Laura porque le dijo "La clase está muy fea ahora, pero no te preocupes, la haremos bonita entre las dos". Esas palabras fueron enormemente tranquilizadoras. ¡Y vaya si cambió!
En una sola tarde, Amy consiguió que nos quitaran los pupitres y pusieran mesas grandes para que los niños pudieran trabajar en equipo, nos acompañó a una tienda gigante en la que había todo tipo de decoración espectacular para la clase, nos enseñó las salas de material de las que podíamos coger lo que quisiéramos, y descubrimos que lo que hacía feas las paredes era una tela que las cubría en la que se podía colgar todo pegándolo con velcro ¡¡Menudo invento!! Poníamos algo, y si no nos gustaba, lo quitábamos y lo poníamos en otro sitio. La clase era muy fácil de cambiar gracias al velcro.
Al final, la clase resultó estar muy bien pensada y llena de ideas geniales para enseñar, como una mesa en forma de U en la que la profesora se sienta detro de la U y los niños por fuera, de manera que es más fácil alcanzarlos para ayudarlos. Una vez colocados los muebles parecía otra cosa.
Nos dijeron que debíamos elegir una temática para decorar la clase, ya que aquí le dan mucha importancia a la decoración de las aulas, y esperan que los niños aprendan mirando a su alrededor. Tienden a colgar en las paredes todo lo que aprenden para que ayude a los niños a asentar los contenidos. Aunque no esperan que al principio tengas la clase totalmente terminada, sí que quieren que esté atractiva para la noche de padres, que es unos días antes de empezar el curso. En la noche de padres, las familias están invitadas a visitar las clases y conocer a sus maestras.
Como vimos que la decoración era realmente importante, le dimos muchas vueltas a la temática, y después de mucho pensar el tema para la decoración inicial elegimos el mejor tema "España". En un lado, pusimos el mar Mediterraneo con peces, y el mapa de España con información divertida del país. El resto de las paredes las decoramos en los colores rojo y amarillo de la bandera, y azul del mar. Nos costó dos semanas de duro trabajo, pero al final, la clase quedó preciosa.
Por fuera ya sabíamos cómo era, pues lo habíamos visto en Google Earth, pero al entrar, nos pareció mucho más grande de lo que nos esperábamos. Los pasillos son anchos y muy largos, cada curso tiene 5 aulas enormes y todas se se comunican en un hall muy grande con el resto de clases de cada nivel.
Nada más llegar, la que sería la compañera de clase de Laura, Amy, salió a recibirnos con una enorme sonrisa y nos presentó a su marido. Su entusiasmo nos tranquilizó bastante, ya que estábamos super nerviosos, especialmente Laura, aunque cuando nos llevaron a la que sería la clase en la que Laura iba a trabajar, se nos cayó el alma a los pies: estaba totalmente desordenada, no tenía nada de decoración, en lugar de mesas tenía pupitres cada uno de un tamaño diferente, había muebles por todas partes, y las paredes eran de un color amarronado que entristecía la espaciosa clase. Amy debió leer el pensamiento de Laura porque le dijo "La clase está muy fea ahora, pero no te preocupes, la haremos bonita entre las dos". Esas palabras fueron enormemente tranquilizadoras. ¡Y vaya si cambió!
En una sola tarde, Amy consiguió que nos quitaran los pupitres y pusieran mesas grandes para que los niños pudieran trabajar en equipo, nos acompañó a una tienda gigante en la que había todo tipo de decoración espectacular para la clase, nos enseñó las salas de material de las que podíamos coger lo que quisiéramos, y descubrimos que lo que hacía feas las paredes era una tela que las cubría en la que se podía colgar todo pegándolo con velcro ¡¡Menudo invento!! Poníamos algo, y si no nos gustaba, lo quitábamos y lo poníamos en otro sitio. La clase era muy fácil de cambiar gracias al velcro.
Al final, la clase resultó estar muy bien pensada y llena de ideas geniales para enseñar, como una mesa en forma de U en la que la profesora se sienta detro de la U y los niños por fuera, de manera que es más fácil alcanzarlos para ayudarlos. Una vez colocados los muebles parecía otra cosa.
Nos dijeron que debíamos elegir una temática para decorar la clase, ya que aquí le dan mucha importancia a la decoración de las aulas, y esperan que los niños aprendan mirando a su alrededor. Tienden a colgar en las paredes todo lo que aprenden para que ayude a los niños a asentar los contenidos. Aunque no esperan que al principio tengas la clase totalmente terminada, sí que quieren que esté atractiva para la noche de padres, que es unos días antes de empezar el curso. En la noche de padres, las familias están invitadas a visitar las clases y conocer a sus maestras.
Como vimos que la decoración era realmente importante, le dimos muchas vueltas a la temática, y después de mucho pensar el tema para la decoración inicial elegimos el mejor tema "España". En un lado, pusimos el mar Mediterraneo con peces, y el mapa de España con información divertida del país. El resto de las paredes las decoramos en los colores rojo y amarillo de la bandera, y azul del mar. Nos costó dos semanas de duro trabajo, pero al final, la clase quedó preciosa.